31 mayo, 2009

Cultura corporativa: Todo depende de cómo se mire

La cultura corporativa, conjunto de símbolos, significados y valores compartidos por los integrantes de una misma compañía, resulta determinante no sólo en la construcción de la imagen externa que los públicos poseen de esta empresa, sino también en la formación individual de los profesionales que forman parte de ella. Los empleados (sus actitudes, aptitudes, desempeños) dicen mucho de las empresas que representan. Por ejemplo, si es diligente y capaz de resolver situaciones críticas o un ejecutivo que no logra motivar un equipo de trabajo autónomo.
En este orden, David Armano, sintetizó en dos tipologías las culturas corporativas que pueden plantearse. A simple vista, parece ser una sutil diferencia de óptica, pero verán que hay mucho más en juego. A continuación, el resumen de El Blog Salmón:



La cultura del paraguas: Seguramente es la más típica. Es el escudo que protege del mundo exterior, a todo aquello importante dentro de la organización, de la climatología adversa o de las variables que difícilmente son controlables (si no hay control, no hay medida, y entra en juego la improvisación). El paraguas hace referencia a una cultura protectora, lo que implica tener un acceso limitado a los cambios que sucedan fuera de la empresa, y en concreto, a como actúe la competencia. El paraguas, también implica seguridad, confort, facilidad, control del riesgo… Planteamiento válido para todo aquel que quiera desarrollar su carrera profesional bajo un único tejado.
La cultura del tazón de cereales: Si ahora quitamos el paraguas y su valor como protector, todos los miembros de la organización aparecerán expuestos a lo que suceda en el exterior, a tener un soporte sin tanto control como el anterior. Los cereales (empleados) lograrán entrar en contacto unos con otros entremezclándose, permitiendo a la empresa que conozca otros usos o habilidades que, de otra manera, le sería difícil conocer. Además, la empresa podrá ahora mostrar al exterior las cosas que hace y los valores que defiende. Se podría decir que el tazón es un paraguas dado la vuelta, que en vez de desviar la lluvia, la acumula en su base para hacer uso de ella.
En un mundo globalizado, la “lluvia” de ideas, profesionales, nuevos conceptos y novedosos procedimientos es constante. Será mejor “empaparnos” de ellos.

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