08 enero, 2010

Continúa el dilema Shakesperiano

En relación a las auto-limitaciones que algunas empresas se imponen a la hora de apostar por la comunicación digital en redes sociales que comentaba en mi post anterior (To Be Social or Not To Be), Benito Castro nos acerca en su interesantísimo espacio una razón más que éstas esgrimen y que se vincula ni más ni menos a un tema de mentalidad.
Los dejo con un extracto en el que me he tomado el atrevimiento de destacar algunas partes:

La empresa tiene miedo al social media porque lo percibe inabarcable.
El factor clave es el tiempo. Aquellas empresas que empiecen antes a adaptarse a lo que le van indicando los clientes o la sociedad en general, se perderán menos cuando, llegado un momento, será totalmente insostenible dar respuestas viejas a los nuevos retos que se plantean. Pero en el día de hoy, aquí y ahora, la mayoría de las empresas postergan en lo que pueden ese ejercicio de inmersión en la web participativa y, todo lo más, meten si acaso un poco el dedo como cuando se quiere comprobar la temperatura de la leche que estamos calentando en la cocina. Lo que significa que quizás abren un blog y luego se aburren o se pasean si acaso por Twitter para decir 'esto es una jaula de grillos'.
Esta percepción de las empresas ante un universo realmente inabarcable, es el hecho esencial que demuestra el miedo a introducirse en lo desconocido. En ese punto les resulta mejor descalificar, pasar o postergar. La respuesta mental más inmediata, que no es ilógica ni mucho menos, es plantearse cómo se puede abarcar todo esto, que es lo mismo que decir ¿cómo puedo controlarlo?. Y es aquí donde falla el concepto o el lenguaje, pues la idea de controlar lo que es verdaderamente inabarcable no es procedente, si bien sí resulta útil proceder a una adaptación realista que necesariamente incluye observar las nuevas reglas del juego.

That´s the question…

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